Si te estás planteando irte de casa quizás te ves en la necesidad de compartir piso. Antes de hacerlo tienes que saber que tienes que ir con una mentalidad diferente a si vivieras solo. Por ello, a continuación te daremos unas claves para la convivencia.
Cuando vivías con tus padres seguro que considerabas tu cuarto como tu pequeño reino, ¿verdad? Pues eso es lo único que no cambiará. Eso sí, ahora deberás encargarte tú única y exclusivamente de su limpieza.
Limpieza
Fuera de este “territorio” el resto de la casa serán estancias comunes, a no ser que tengas baño propio. Sobre estos lugares será sobre los que tendréis que establecer unas normas básicas. Lo mejor es que os hagáis un calendario de limpieza, el cual tendréis que cumplir religiosamente. Podéis ponerlo en un papel en la nevera o en una pizarra. Además, en zonas como el baño o la cocina tendréis que tener espacios destinados a cada uno. Por ejemplo, en la cocina tendrás un estante del frigorífico y quizás uno de los muebles a modo de despensa.
La limpieza puede convertirse en un tema conflictivo. Más allá de cada una de las estancias, habrá que establecer unas pautas mínimas de convivencia. Por ejemplo, en la cocina cada uno deberá limpiar la vajilla que ha utilizado. Si en tu caso eres el único que cumple esta norma, hay soluciones al respecto. Podrás comprarte tus propios utensilios y solo utilizarlos y limpiarlos tú. O bien, asignar un color a cada inquilino para identificar de quién es ese plato que lleva días sin fregarse.
Facturas y gastos
Para hacer frente a las facturas y los gastos compartidos deberéis también establecer unas normas. Decidir qué gastos son comunes y cuáles no. Si tendréis una cuenta en común o individuales, si haréis un presupuesto previo…
Por supuesto, es muy importante que no te retrases nunca en el pago de tu parte para no crear conflictos. Y tampoco que te aproveches si tenéis gastos compartidos. Es decir, si compráis entre todos el pan, no te lo comas todo y dejes a tus compañeros sin nada.
Otra opción para ahorrar es que hagáis la colada compartida. Es decir, en lugar de poner varias lavadoras por persona, que os pongáis de acuerdo. Seguro que poniendo una blanca y otra de color a la semana no tenéis problema.
Para llevar un control de los gastos compartidos podéis hacer uso de aplicaciones específicas para ello, como Splitwise.
Invitados y fiestas
El tema de los invitados y las fiestas también puede ser un asunto muy peliagudo. Tendréis que establecer unas reglas básicas. Lo mejor es que si recibís visitas o pensáis hacer una fiesta lo habléis antes con los compañeros. Os recomendamos que si invitáis a alguien este se quede a dormir en vuestro cuarto. Al final, las estancias comunes son de todos y tu invitado no debe molestar al resto. En cuanto a las fiestas, estableced un horario límite. Quizás tu compañero tiene examen al día siguiente o, simplemente, le apetece descansar.
Por último, la principal de las claves para la convivencia sana es hablarlo todo. Si hay algo que te molesta de tu compañero o si no ha limpiado su parte esta puede ser la solución. No te olvides que si todos ponéis de vuestra parte, compartir piso puede ser una bonita experiencia.
Infografía de Home Sapiens