Vivimos tiempos cambiantes. La cuarta revolución industrial, iniciada desde 2018, está suponiendo un cambio. No sólo en el modelo tecnológico, sino también en el geopolítico, económico, personal y laboral. En esta ecuación nos falta un modelo fundamental para la adaptación, mantenimiento y progreso de estos cambios. No es otro que el educativo. Ya que se avecina una brecha en el mercado laboral y así es la forma de evitarlo.
Diferentes investigaciones y estudios llevan años advirtiéndonos. Es necesaria una adaptación de la población a la disrupción que se está produciendo en todos los sentidos. Esto no sólo implica la lenta pero inexorable desaparición de profesiones y puestos de trabajo tradicionales. También la de tipos de negocio que no se vayan a acomodar a este giro socio-económico.
Fases de la revolución
Toda revolución conlleva tres claras fases. La primera de ellas es la de rechazo, donde los modelos tradicionales y sus actores rehúsan al progreso. Establecen críticas, atacando la implantación del cambio y luchando por paralizar lo imparable.
La segunda fase es la de adaptación, que es en la que estamos entrando y
continuará en los próximos años. Es imprescindible para continuar con la evolución natural de la transformación: la adaptación. En esta fase, la formación es fundamental para el natural ajuste de la población a las nuevas profesiones, tipos de trabajo y creación de expertos en las nuevas disciplinas.
Pero la necesaria urgencia de la formación de expertos en las tecnologías emergentes para incorporarlos al nuevo modelo no se está produciendo a la velocidad que requiere el cambiante panorama tecnológico. La demanda es muy alta y mayor que los profesionales que tiene el mercado.
Es un hecho que en 2019 no sirve estudiar una carrera, el complemento educativo-tecnológico de última generación es vital. Se hace imprescindible una concienciación de esa necesidad para la incorporación de las personas al mercado laboral. Es un hecho que aquellas personas que en un plazo de 5 años no tengan competencias tecnológicas, se van a quedar fuera del mercado laboral.
¿Por dónde pasa la necesidad de profesionales?
Por todos aquellos campos tecnológicos nuevos. En programación, ciencia de datos, seguridad, inteligencia artificial, talento tecnológico, gestión del cambio IT, etc. Todas aquellas personas que están aprendiendo estas disciplinas tienen el éxito asegurado en el mercado laboral. Su incorporación al mismo es inmediata. Aquellos que no lo hagan estarán fuera.
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