Cuando iniciamos un negocio o cualquier actividad, lo primero en lo que pensamos es en darle un nombre. También es muy importante diseñar un logotipo capaz de llamar la atención en los demás. El objetivo ha de ser que se interesen por lo que estamos haciendo. Por ello, la marca es la base de tu imagen en el mercado.
Y es que ese nombre que le demos o ese logotipo que diseñemos tiene más implicaciones de las que pensamos. Desempeñará un importante papel en el desarrollo de nuestra actividad.
Ese logo o ese nombre se convertirá en nuestra marca, nuestra presencia en el mercado. Será capaz de identificar nuestros productos o servicios de los demás y otorgarnos una imagen única y diferenciada. Obviamente, a través de la oportuna solicitud ante la Oficina Española de Patentes y Marcas para registrarla.
¿QUÉ SE CONSIDERA MARCA?
Tradicionalmente, hemos considerado como marca todo signo que pudiera representarse de manera gráfica. Desde enero del presente año este requisito ha desaparecido.
Actualmente, no sólo podemos diseñar un logotipo o nombre. La nueva normativa nos permite crear un distintivo sonoro, un holograma, un patrón o uno multimedia, entre otros. La única restricción es que pueda distinguir nuestros productos o servicios y ser representados en el Registro de Marcas.
Y es que, como hemos mencionado, el diseño que creemos será nuestra imagen en el mercado. Distinguirá nuestros productos o servicios de los demás ofertados y, gracias al mismo, los usuarios nos podrán reconocer.
Con la marca protegemos nuestro prestigio, nuestra reputación e informamos a los potenciales consumidores de quiénes somos. Juega un importante papel con respecto a la confianza de los consumidores en nuestros productos o servicios. Además, es la base para realizar nuestra publicidad, usando el distintivo creado para darlo a conocer al público.
Nuestra marca es nuestra identidad en el mercado.
¿QUIÉN PUEDE TENER UNA MARCA?
Cuando tenemos el diseño de nuestra identidad en el mercado, surge la pregunta de quién puede ser titular del mismo.
Como respuesta a esta duda, podemos decir que toda persona física o jurídica puede obtener el registro. Es decir, tanto personas como empresas pueden ser titulares de una marca.
Debemos indicar para qué vamos a utilizar nuestra marca, es decir, los productos o servicios que vamos a ofrecer. Se puede indicar una sola actividad o varias.
¿QUÉ BENEFICIOS TIENE?
Diseñar nuestra imagen en el mercado supone un esfuerzo considerable. Siempre buscamos la mejor forma de diferenciar nuestros productos o servicios de los que son similares. Además, perseguimos introducir innovaciones al mercado al que queremos acceder.
Nuestra normativa otorga al diseño que utilizamos como nuestra imagen en el mercado un derecho de uso exclusivo y excluyente. Solo nosotros podremos utilizar nuestra marca y podremos prohibir a terceros no autorizados su uso.
Esta protección se consigue mediante el registro de nuestro diseño como marca ante la Oficina Española de Patentes y Marcas. Esta es la competente para otorgar a nuestro diseño la protección que se recoge en la normativa.
No significa que con la mera solicitud se consiga el registro del signo como marca. Posteriormente, este deberá superar el trámite oportuno para convertirse en marca.
Uno de los problemas con los que nos podemos encontrar si no protegemos nuestro diseño es que sea utilizado por otros o copiado, siendo en estos casos muy difícil poder combatir estas prácticas si no lo tenemos registrado como marca.
Por ello, es muy importante proteger nuestro diseño, porque no sólo nos representa en el mercado y nos distingue del resto, sino que es la forma que tienen los consumidores de diferenciar nuestros productos o servicios de los demás ofertados.
Sergio Lema Rastrojo
Abogado experto en Propiedad Intelectual y Tecnologías Digitales
Colaborador de Codespace Academy