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¿Quieres ahorrar? Antes debes aprender a controlar tus gastos diarios

Ahorrar es posible si sabes controlar tus gastos, pero para ello deberás organizarte y detectar cuáles son las partidas de las que puedes prescindir

Aprende

16 Dec 2020

4 Min de lectura

¿Quieres ahorrar dinero y no lo consigues? ¿Te has planteado recortar tus gastos pero siempre acabas con la cuenta a cero? Es algo muy común pero tiene solución. Se trata de ser organizado, constante y, por supuesto, hacer algunos esfuerzos. Si estás dispuesto a seguir un método, es muy probable que veas tus ahorros crecer.

 

Lo primero que deberás hacer es llevar un control estricto de todos tus gastos. Va a ser una tarea laboriosa pero necesaria. En primer lugar deberás localizar cuáles son los gastos fijos en los que no vas a poder ahorrar. Hablamos por ejemplo de las partidas destinadas al alquiler, la hipoteca, los seguros, los impuestos, la comunidad… Luego hay otros gastos también fijos pero que pueden variar en función del consumo. Nos referimos a las partidas destinadas por ejemplo al agua y la luz, cuya factura dependerá del uso que hagamos de ella. En tercer lugar, vendrían el resto de gastos, un amplio apartado en el que contamos lo que invertimos en alimentación, transporte, ocio, viajes, ropa…

 

Es en este último capítulo donde tenemos una posibilidad mayor de ahorro. Se trata de detectar los gastos innecesarios o que se pueden reducir para empezar a llenar la hucha. Piensa que con solo eliminar el gasto de tomar un café al día o caminar el lugar de coger el autobús para determinados trayectos podrías ahorrar 1,20 euros diarios (36 euros al mes / 432 euros al año).

 

Lo primero que tenemos que hacer entonces es llevar un control exhaustivo de todos nuestros gastos para saber primero en qué invertimos el dinero y así decidir cuáles podemos eliminar directamente. ¿Cómo podemos hacerlo? Te contamos tres maneras diferentes:

 

A mano

 

Es seguramente el más laborioso pero también es el más utilizado porque está al alcance de todo el mundo. Basta con hacerse con boli y papel y empezar a anotarlo todo. Cuando acabe el mes, podemos separar los gastos por categorías (gasolina, supermercado, farmacia, desayunos, etc.), incluir las subcategorías que queramos, hacer comparativas con meses anteriores y ver en qué conceptos podemos ahorrar.

 

Es un método trabajoso porque implica ser muy constante, pero es mejor que no tener ningún método, así que, si no eres muy amigo de la tecnología, te animamos a que lo apliques cuanto antes.

 

Hoja de cálculo

 

El objetivo es el mismo pero cambia el procedimiento. Seguimos anotando todos nuestros gastos pero sustituimos el boli y el papel por el ordenador o la tablet y la hoja de cálculo. Podemos usar el clásico Excell, Google Drive, Numbers o cualquier otro programa o aplicación. Lo importante es que no dejemos de apuntar nada y que saquemos los datos para hacernos una idea global de en qué gastamos nuestro dinero y en qué podemos dejar de gastarlo.

 

Aplicaciones móviles

 

Este método es para los más tecnológicos. Ya que vamos siempre con el móvil a cuestas y no dejamos de mirarlo, vamos a intentar sacarle partido a esta situación. Hay muchas y muy diferentes apps que te ayudan a gestionar tus finanzas y las hay de todo tipo. El problema de algunas de ellas es que no cuentan los gastos que hacemos a través de los pagos en metálico, que son precisamente los que más nos interesan porque, al tratarse de cantidades reducidas, es muy probable que sean los que en mayor medida podemos evitar.

 

Es recomendable, entonces, para que no se nos escape nada, que anotemos los gastos de forma manual en la aplicación a medida que los vayamos efectuando. La ventaja de usar estas apps es que ellas mismas te generan análisis intuitivos y fáciles de entender. Las propias aplicaciones hacen los resúmenes de tus gastos y te generan informes y gráficos para que comprendas de forma sencilla dónde están los agujeros que te impiden llenar la hucha.

 

Llegados a este punto, es el momento de que pongas de tu parte si quieres conseguir ahorrar dinero. Insistimos en que llevar el control de todos los gastos, elijas el método que elijas, es laborioso, pero seguro que vale la pena porque, si eres exhaustivo, pronto empezarás a ver los resultados. Así que, ¡anímate y empieza a ahorrar desde ya!