Tienes que estudiar o entregar proyectos en el trabajo y te cuesta concentrarte para ser eficiente. Es normal, hay multitud de factores que pueden intervenir en este problema. No obstante, hay diversas herramientas o técnicas de concentración que pueden ayudarte a distraerte menos.
La mayoría de estas técnicas parten de pequeños cambios en nuestros hábitos o rutinas. Te contamos algunas de ellas en este post, para que adquieras las que funcionan mejor.
Ejercicios de relajación
Un método que suele ayudar a la hora de concentración es practicar ejercicios de relajación y respiración. Estos ejercicios deben incluirse antes de estudiar, pero también deben incorporarlos en tu día al día.
La práctica más común es respirar profundamente durante 10 a 15 minutos dos veces al día. Esto te ayuda a concentrarte porque se inhala mayor cantidad de oxígeno que ayuda a liberar problemas y reducir el estrés. Así afrontarás el estudio mucho más relajado y te concentrarás mejor.
Para darle un extra a esta técnica de relajación deberás apretar los puños y extenderlos varias veces. Asimismo, algo que puede relajarse es realizar ejercicios de estiramiento. Destensarse físicamente también ayuda a hacerlo mentalmente.
Ejercicios de concentración
Así como hay ejercicios para relajarnos, también los hay para concentrarnos. Y es que la concentración es una habilidad que podemos entrenar. Estos son algunos ejercicios que te ayudarán a conseguirlo.
El vaso de cristal
Para hacer este ejercicio de concentración, estar sentado muy recto, pero sintéticamente cómodo.Llena de agua un vaso transparente y sostenido con una mano a la altura de los ojos. El ejercicio consiste en intentar que no se mueva el agua. Para ello, puede concentrarse en estar muy tranquilo durante, mínimo, tres minutos.
Las agujas del reloj
Tienes que hacerte con un reloj analógico que tenga aguja para los segundos. Cuando empiece su recorrido en las doce, concéntrate específicamente en el movimiento de la aguja. Debes conseguir durante dos minutos no pensar en nada más que en dicho movimiento.
Respira con tu cuerpo
Para este ejercicio de concentración, tengas que tumbarte en un lugar tranquilo. Cerrarás los ojos y respirarás concentrándote en cada punto de tu cuerpo. Recórrelo con la mente desde los pies hasta la cabeza, parándote en cada detalle del mismo. Debes conseguir que nada más perturbe tu mente durante 10 minutos. Alprincipio te costará mantener la concentración tanto tiempo, pero poco a poco lo conseguirás.
Busca un juego aliado
Otro método que te ayudará a entrenar la concentración es jugar a algún juego que requiera de esta virtud. Para prepararte puedes aficionarte a los sudokus, las sopas de letras, el solitario, el cálculo mental, ordenar palabras alfabéticamente o buscar diferencias entre dibujos casi iguales, entre otros.
No obstante, el más beneficio puede aportar es el ajedrez. Con él desarrollarás la concentración y mejorarás el rendimiento, además del razonamiento lógico y estratégico.
Seguro que en tu ciudad hay varios sitios en los que puedes practicarlo e, incluso, apuntarte a torneos. ¿A qué estás esperando?
Recomendaciones para ayudar a concentrarte
Lee antes
Para concentrarse mejor en la tarea que tiene de ejecución, lo mejor es prepararse durante 30 minutos antes. ¿Cómo? Nada mejor que leer un libro que te guste, en silencio. Así tu mente irá despejándose y preparándose para la tarea obligada a través de una previa placentera.
Aislarte
Por supuesto, es muy importante que te concentres en un espacio tranquilo en el que no puedas sufrir interrupciones. Además, deberás establecer una rutina temporal que cumplas siempre. Es decir, establece en qué horario vas concentrado, así tu mente se acostumbrará a dicho hábito.
Por supuesto, deja a un lado cualquier objeto que pueda distraerte. Apaga la televisión, conciencia a tu entorno de que no te moleste y apaga o silencia el teléfono móvil.
Ordena tu vida y tu mente
Para concentrarte lo mejor es que no haya nada que perturbe tus pensamientos. Si tienes una carga mental de problemas que te preocupen o temas pendientes, será casi imposible concentrarse.
Lo mejor es solucionar cualquier cosa que te perturbe antes de ponerte con tu tarea. Estar pensando en el asunto pendiente impedirá qué soluciones y qué hagas la tarea que debes hacer. Puede tratarse de una llamada, un quehacer pequeño, un recado ... Si lo puedes resolver, hazlo. No pierdas el tiempo pensando en lo que te preocupa.
Del mismo modo, guarda durante el tiempo que dediques un concentrado de tiempo para resolver imprevistos. Así no estarás interrumpido constantemente si surge cualquier problema de última hora que debas resolver. Sabrás que tienes un tiempo dedicado para ello antes de tener que terminar la tarea que estás haciendo.
Memoriza escribiendo a mano
La concentración es mayor si fijamos los conceptos que tengamos que memorizar a través de la escritura a mano.Esto se debe a que mientras escribimos nuestro cerebro hace un esfuerzo mayor y recordarás mejor lo que escribas.
Masticar chicle ayuda a concentrarte
Para mantener la concentración no hay nada como masticar chicle. Con esta práctica podremos concentrarnos mejor y memorizar los conceptos que necesiten atención auditiva y visual.
Como ves tienes multitud de técnicas y ejercicios de concentración que puedes incorporar a tu rutina diaria para ayudarte a concentrarte. ¿Por qué nos vas introduciéndolos poco a poco para ver qué te funciona?